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viernes, 2 de marzo de 2012

DESARROLLO DEL COCIENTE EMOCIONAL



El origen de la falta de desarrollo del CE está en el miedo a sentir y éste suele ser el resultado de los múltiples condicionamientos educativos recibidos. Se nos condiciona para que nos avergoncemos de nuestros sentimientos. Escondemos la ira, el miedo, el desánimo o la aflicción. Se no enseña a "dominar" y "controlar" nuestras emociones, y se nos refuerza o castiga para modelar los comportamientos y las emociones, resaltando los buenos y negando los malos.
La educación de los padres es decisiva y la sensibilidad que tengan éstos para captar y reconocer las necesidades emocionales de su hijo y atender sus demandas hará que éste pueda por una parte reconocer sus emociones y por otra aceptarlas, sin reprimirlas ni negarlas. Veamos un ejemplo.
Ante el miedo de su hij@, la madre y el padre pueden trasmitir:
®   Preocupación o sobreprotección con lo que ella/la niñ@ confirmará el peligro y aprenderá a evitar al padre que le hace sentir más el miedo. Se sentirá desprotegid@ y asustad@ y luchará por escapar, esconder o disimular sus miedos.
®   Le ridiculiza haciéndole entender que es bob@ por tener miedo, con lo que se siente humillad@ y empezará a hacerse el/la fuerte rechazando cualquier sentimiento que suponga debilidad como el miedo.
®   Le da protección y seguridad, donde madre y padre reconocen y aceptan el miedo de su hij@ como algo natural y a partir de ahí le trasmiten tranquilidad y apoyo.
La educación recibida nos condiciona la tolerancia o aceptación de nuestras emociones, siendo habitual que dependiendo del estilo de vida de cada familia, haya unas emociones más aceptadas y otras más reprimidas, así como el estilo emocional puede ser más o menos extrovertido.
Los prejuicios habituales sociales contra la expresión emocional suelen ser del tipo: "ser emocional es igual a ser una persona débil, inmadura o enferma", "las emociones son peligrosas y si te dejas llevar por ellas, puedes arruinar tu vida", "una persona responsable tiene que ser racional y controlar sus sentimientos".
Las emociones evitadas por largo tiempo quedan "cronificadas" y dan lugar a una serie de problemas:
·         Los sentimientos no sentidos nos ponen enfermos generando somatizaciones y debilitando el sistema inmunológico: dolores de estómago, migrañas, dolores de espalda, asma, insomnio, etc.
·         Los sentimientos no sentidos se vuelven compulsivos: fumar, beber, drogas, adicción al trabajo, a la comida, etc.
·         Los sentimientos no sentidos no llevan a evitar situaciones o relaciones empobreciendo las aspiraciones de vida.
·         Los sentimientos no sentidos acaban distorsionando la manera de pensar.
·         Los sentimientos no sentidos dificultan de manera importante la capacidad de relación con los demás.