Somos responsables de nuestras propias emociones y las
demás personas de las suyas. Nadie puede controlar sus sentimientos salvo
nosotros mismos.
1) Vivir en pasado o futuro:
El
único tiempo que existe es el presente ya que el pasado ya ha pasado y el
futuro aun no ha venido.
Solamente
existe un momento en el que podemos experimentar algo y ese momento es ahora.
Lamentablemente se pierde mucho tiempo en recordar el pasado y pensar en el
futuro.
Es
muy importante que nos hagamos cargo de nuestro momento presente. Vivir el
presente, el ahora. El pasado ya no existe, si nos puede aportar mucho, pero ya
ha pasado, tomemos lo bueno, dejemos lo malo y listo.
El
futuro no ha llegado, nada sabemos de él, lo podemos vislumbrar, planear, pero
no detenernos en él, ya que aún no está.
Este
momento es el único que tenemos, por ahora... o sea a vivirlo, disfrutarlo,
como si fuera el último.
2) Necesidad de aprobación:
A
todos nos gusta que nos aprueben. La aprobación no es un mal en sí misma; se
convierte en patológica cuando es una necesidad en lugar de un deseo.
Es
imposible lograr la aprobación de todas las personas en todas las cosas que
hagan, ya que todos los seres humanos somos diferentes. Además, aunque parezca
extraño, cuanto más se busca la aprobación, menos se la encuentra.
3) Perfeccionismo:
¿Por
qué tenemos que hacer todo bien? ¿Quién está anotando los puntos? Es
absolutamente paralizante la búsqueda constante del éxito en todo lo que
hacemos.
Está
bien que algunas actividades intenten hacerlas lo mejor posible, pero por qué
todas? La misma ansiedad que da plantearse hacer las cosas a la perfección, nos
lleva muchas veces a hacerlas peor, ya que la ansiedad impide pensar con
claridad.
Hacer
las cosas a la perfección es una idea irracional, ya que la perfección no es un
atributo de la naturaleza humana.
Cambiar
el “haz lo mejor posible” por “hazlo”. Hagamos lo que queramos hacer y no nos
privemos de ese placer, solo porque quizás no lo hagamos bien.
Puede
haber ocasiones en las que según sus propias reglas fracasen en algo. Pero este
fracaso puede ser productivo, puede servir de incentivo al trabajo y a la
investigación. Lo importante es no equiparar el acto, a nuestro valor como
personas. Se trata sólo de no haber logrado el éxito en esa tarea y no en que
nosotros no valgamos.
4) Culpabilidad:
Las
emociones más inútiles son la culpabilidad por lo que se ha hecho y la
preocupación por lo que se podría hacer. La culpabilidad no es solo una
preocupación por el pasado, es la inmovilización del momento presente.
Aprender
de sus equivocaciones es una parte sana y necesaria de su crecimiento y
desarrollo, pero experimentan culpabilidad sólo cuando este sentimiento nos
impide actuar ahora porque antes nos comportamos de determinada manera.
Este
sentimiento es irracional no solo porque nos hace sentir molestos y deprimidos,
sino que es inútil porque aunque le dediquemos el resto de su vida a sentirse
culpables nunca lograremos borrar lo sucedido.
Por
lo tanto mejor dediquen el resto de su valioso tiempo a hacer algo más
constructivo como puede ser cambiar su actitud respecto a las cosas que le
producen culpa.
5) Preocupación:
Por
mucho que nos preocupemos por el futuro no cambiaremos nada.
No
hay que confundir preocupación, con hacer planes para el futuro; sólo es
preocupación cuando de alguna manera nos encontramos inmovilizados por algo que
ocurrirá en el futuro.
La
preocupación es endémica en nuestra cultura. Casi todos los seres humanos
pierden un tiempo enorme en preocuparse y esto no sirve para nada ya que ni un
solo minuto de preocupación puede mejorar el futuro; al contrario, nos quita
eficiencia para vivir el presente.
Este
es un aspecto a modificar ya que les hace desperdiciar muchos momentos
presentes en comportamientos que no les brindan retribuciones positivas. La
preocupación solo nos sirve para agregar stres innecesario a nuestras vidas y
no nos aporta nada.
6) Depresión:
Si
se sienten deprimidos cuando llueve, no es a causa de la lluvia, sino porque
nos estamos diciendo cosas negativas con respecto a la lluvia.
Somos
nosotros los responsables de lo que sentimos. Sentimos lo que pensamos y
podemos aprender a pensar diferente sobre cualquier cosa, si decidimos hacerlo.
Preguntémonos
si vale la pena, si nos compensa ser infelices, estar deprimidos o sentirnos
heridos u ofendidos.
Entonces
examinemos profundamente el tipo de pensamientos que nos están llevando hacia
esos sentimientos de debilidad que no les sirven para nada más que para
paralizarlos y evitar que disfruten de sus momentos presentes por pérdidas que
por más que lamentemos nunca las podremos cambiar.
La
depresión es autocausada por nuestros propios pensamientos negativos con
respecto a la pérdida. Por más que nos deprimamos no lograremos recuperar lo
perdido, deprimirnos solo nos va a servir para agregar a la pérdida el malestar
que nos autocausamos deprimiéndonos y además no podremos disfrutar del
presente.
7) Suerte
Creer
en la suerte o el destino, es asentarse a esperar que las cosas pasen sin hacer
nada para lograrlo, sin luchar por lo que uno quiere...
Lo
racional es ser activos y hacer que sucedan las cosas que deseamos en lugar de
sentarnos a esperar que se den solas.
8) Prejuicios
El
prejuicio, se basa no tanto en lo que uno odio o le desagrada, sino en el hecho
de que es más fácil y más seguro quedarse con lo conocido. Esto trabaja en
nuestra contra ya que evita que exploremos lo desconocido.
Al
ser espontáneos eliminamos nuestros prejuicios y nos permiten conocer y tratar
con la gente ideas nuevas.
Si
no confiamos en nadie que nos sea totalmente familiar es porque no tenemos
confianza en nosotros mismos cuando nos movemos en terreno desconocido. Podemos
decidir vivir cada día de una manera diferente, siendo espontáneos y vitales o
pueden temer lo desconocido y quedarse igual siendo lo mismos de siempre. Lo
opuesto al crecimiento es la igualdad o monotonía. Somos nosotros los que
elegimos que es lo que queremos para nuestra vida.
9) Ira:
Ira
se refiere a una reacción inmovilizante que se experimenta cuando nos falla
algo que esperábamos.
En
general proviene del deseo de que el mundo y la gente sean diferentes a lo que
realmente son. Cuando nos enfrentamos a circunstancias que no son las que
nosotros queremos, se dice que las cosas no deberían ser así (nos frustramos) y
entonces elegimos la reacción de ira.
Se
puede aprender a pensar de manera diferente cuando nos sintamos frustrados. Lo
más probable es que sigan sintiendo rabia, irritación y desilusión ya que el
mundo no será nunca como nosotros queremos que sea. Pero la ira puede ser
eliminada si cambiamos de enfoque. Gran parte del tiempo las cosas y la gente
serán distintas a lo que nosotros quisiéramos que fueran. Así es el mundo.
A
la vez que optamos por la ira nos dejamos herir de alguna manera por culpa de
la realidad. ¿No es una tontería molestarse por cosas que no podemos cambiar?
En
lugar de elegir la ira, pueden empezar a pensar en los demás como en seres que
tienen derecho a ser diferentes a lo que nosotros quisiéramos que fueran. Puede
no gustarles lo que ven o como actúan otros pero no por ello enfadarse, sentir
ira.
La
idea es aprender a pensar en forma diferente para que esa ira no nos suceda, no
nos paralice.
10) Justicia:
Buscar
la justicia es como si buscaran la fuente de la eterna juventud.
La
decisión de luchar contra la injusticia puede ser muy admirable sin duda, pero
su elección de dejarse perturbar por ello es tan irracional como la culpa, la
búsqueda de aprobación o cualquiera de los otros comportamientos
autofrustrantes.
Si
dejamos de buscar la justicia, hacer cuentas y compararnos con los demás, es
seguro que nuestras relaciones interpersonales mejorarán. En lugar de perder el
tiempo en pensar que las cosas son injustas, pueden decidir lo que realmente
queremos y ponernos a buscar las maneras para lograrlos de forma independiente
de lo que el resto del mundo quiere o hace.
11) Deberización:
Deberizan
siempre que actúan como sentimos que debemos hacerlo aunque prefiramos otra forma
de comportamiento. Ej: “Debemos ser amables, debemos cooperar con las tareas,
debemos estudiar aunque prefiramos hacer otra cosa, debemos ser siempre
buenos/as, debemos comportarnos como todos, etc”.
No
pasa nada si no guardamos la compostura o no entendemos. Nadie nos está
llevando la cuenta ni nadie nos va a castigar por no ser algo que otra persona
dijo que deberíamos ser. Nunca podemos ser nada que no queramos ser todo el
tiempo.
No
por eso, tenemos que estar contra el mundo, es solo no imponernos “deberíamos”
que no queremos o que nos ponemos tensos, que nos obligan a cumplir siempre y
si no lo hacemos también nos oprimen ya que nos lo impusimos por el
“deberíamos”.
Hacer
lo que queremos es libertad, siempre y cuando no atentemos contra la libertad
del otro. Recordemos que la idea es decidir por nosotros mismos, no
influenciados por los demás. Podemos equivocarnos, en nuestra elección, pero es
asunto nuestro, por lo tanto no “debemos” rendir cuentas de nuestros errores
que nos ayudan a crecer.
Algunas
técnicas para lograr el autocontrol emocional:
- Relajación
- Reestructuración
cognitiva
- Refuerzo
- Detención
del pensamiento
- Entrenamiento
asertivo
- Técnicas
de afrontamiento
- Visualización